“Mujeres  esmeradas y varones inteligentes: juicios
escolares desde un enfoque de género”
En
este artículo se reflejan algunos 
resultados del trabajo de 
investigación sobre Mujer, ciencia  y Tecnología. Las  autoras advierten acerca de los modos de
construcción de las relaciones, significaciones y representaciones sociales
particulares del “ser  Mujer “y del  ser “varón” en  el ámbito educativo, que  se transfieren al orden social.
1-Con
una mirada  puesta  en el enfoque de género y teniendo a la vista
los datos de las  investigaciones  aportadas 
por las  autoras ,desarrollan una
explicación acerca  de las  dificultades 
y preferencias en las  áreas  de matemáticas  y lengua  y sobre 
la  construcción de las subjetividades
varones y mujeres
Las  investigaciones  se realizaron en alumnos  de ambos 
sexos de  escuela primaria y media.
Cuando se  hablaba de  materias 
preferidas  para  alumnos/as significaba hablar de
matemáticas  ,especialmente para los
varones.las preferencia s se  vinculan
con el sector social de origen, en media ,las 
chicas  prefieren matemáticas  ,quienes 
provienen generalmente de sectores medio-alto y no así  en los sectores  bajos. La materia más  difícil para los varones  resulta Lengua, mientras  para la s mujeres  lo es Matemáticas. Las explicaciones s
más  frecuentes  son: me cuesta, no se razonar me resulta
difícil entender, es  decir vinculan con
sus propias  limitaciones. Los  propios 
niños y niñas construyen su complicidad con esta posición al atribuirle
los fracasos escolares a su propia culpa, según Bourdieu tienen una alta
probabilidad de convertir los limites que la escuela le va marcando en su
trayectoria educativa, anticipación practica de los limites  objetivos, que los lleva  a excluirse 
de aquello que ya está excluido. Son las 
propias  clasificaciones  que ha hecho la  escuela 
con los  niños –niñas  que el propio alumno-alumna  realiza 
un ajuste y las percibe como suyas. Esto puede hacer que los
alumnos/alumnas  rechacen lo que ya les
está negado de antemano, con argumentos complacientes:”esto no es  para “mi”, es 
“mi propia culpa”, etc. las 
niñas  presentan esta
justificación más  que los niños, en
todos los  sectores  sociales. Las 
mujeres  atribuyen  las 
dificultades en matemáticas a factores 
personales, los  varones le  atribuyen a 
que  no estudian, nunca   ponen en duda 
su capacidad  o habilidad.
La  capacidad 
merece  ser  tenida  en consideración en términos de dialéctica
entre  Biología y sociedades determinismo
Biológico lleva  a reforzar prejuicios sociales,
con  fuerte  acento político  respecto 
a las minorías: mujeres, negros y/o 
otras  razas: un fuerte prejuicio
e s el del tamaño del cerebro del hombre y de la mujer (más  pequeño), por lo tanto  dicen “es 
natural  que  el varón sea 
más  inteligente que la mujer”. En
el caso de las  mujeres  atribuyen 
su poco rendimiento  en  Matemática  a  su
escasa capacidad intelectual, que  no se
observa, sin embargo,  en otras  materias. Los 
varones son vagos  e  inteligentes, pero  si estudian 
se  superan, en cambio  las 
mujeres  deben esforzarse;  se 
asocia, en las  mismas  escuelas  a los varones 
como mejores  para las matemáticas,
ya que “son  más  inteligentes, superiores”, les  gusta más. Enfatizan aspectos  en las 
mujeres  como por ejemplo “se  portan mejor 
en clase”, “estudian  más”, “son
más  prolijas”, “se  esfuerzan más”. 
En
resumen: en las  mujeres  se 
enfatiza  el esfuerzo, en los
varones  se  señalan las 
capacidades, la  inteligencia
superior (escuelas  técnicas  van los 
varones).
La  sociología 
del curriculum estudia las  desigualdades 
en la selección, distribución y jerarquización de  saberes 
,contenidos y materias que han sido establecidos  y valorados 
socialmente,como reproducción 
de  estas  diferencias 
y desigualdades chicas y chicos 
sólo hablan de  materias  como lengua 
y matemáticas como si las 
otras  no fueran importantes. En
la  actualidad, por   suerte 
no es tan fuerte  el prejuicio
de  que los varones  son 
quienes más elijen matemáticas 
sino también lo hacen las  mujeres.
Sin embargo, la inteligencia 
naturalizada  como masculina
aparece  claramente  en oposición al esfuerzo  de las mujeres. También se  asocia 
el gusto  por  las 
matemáticas  con  sectores 
sociales, género  y raza: probablemente
por el uso   que las  clases pobres 
le  dan en la vida  cotidiana, si  el varón puede ,es inteligente y si el varón
no puede  es  pobre….si la mujer puede es  por  su
esfuerzo no por  su  inteligencia. Las  fronteras 
entre  lo  inteligente y lo no  inteligente 
también  es un   producto construido por la  sociedad. 
Las  fronteras 
de la  inteligencia y la no
inteligencia pasan no sólo por un determinismo biológico sino también por las
representaciones sociales que están implícitas 
en las prácticas  educativas, así  en la calificación de la inteligencia, aún
como acto individual aparentemente neutro del maestro o de otro profesional, no
deja de ser un acto productivo de distinción social (Castorina-Kaplan) podríamos
agregar y hasta discriminatorio. 
Hacer
aparecer  a las  diferencias 
sociales como diferencias 
individuales es parte de la eficacia simbólica de la construcción
arbitraria del parámetro que separa lo normal de lo  patológico, de este modo las distinciones se
presentan a la conciencia social cotidiana como variedades de la especie
humana, como  si se tratara de  naturalezas humanas distintas-
¿Será  el costo 
al que  deben enfrentarse  la s mujeres 
por  haber ingresado  recientemente desde  una 
mirada  histórica?
La  escuela 
ha  reforzado la  distinción 
de  que  los varones tienen más  instintos 
para  pensar  que 
para aprender, esto   del  instinto 
refuerza  también la  idea 
de  naturaleza, de   lo biológico y predeterminado  como la 
inteligencia  en el varón  superior 
a  la  de  la
mujer, por  otra parte  el aprender 
aparece  como  una 
carga  institucional, ”solo  acontece en las  escuelas”, en la organización de la  sociedad 
establecida  para enseñar.
 Está 
demostrado  que  la 
inteligencia  se  construye 
con  estímulo, con  esfuerzo, con ejercicios  y desafíos. Es también producto de un trabajo,
en  sentido  filosófico, la modificación del orden
natural, de  la transformación de la
naturaleza. 
Esta  bipolaridad escolar de género que se  encuentra 
en la relación conocimiento escolar y que sin duda  marca 
las  subjetividades  de chicos 
y chicas se  refuerza  por naturalización: los varones  por 
naturaleza  son mas  inteligentes y, saben  más, les 
resulta más  fácil; a las  niñas 
por  naturaleza  no las acompaña; para   tener éxito en la  escuela 
tienen que quebrar este  orden
natural, esto   es  asumido 
por  ellas, adhiriendo   sin 
emitir  juicios  al respecto, está  establecido 
inconscientemente  que  es  así.
De  este 
modo, los  alumnos  entran 
en  complicidad con un mundo  escolar que se disfraza  de natural y sensato pero  que  no
es otra  cosa  que 
desigual y dividido.
Pareciera  que 
el  “esfuerzo” y la  “dedicación” son contradictoriamente” un modo  de  adaptación
y al mismo tiempo de  resistencia de
las  mujeres para permanecer al mundo
escolar y hostil. La  cultura  del 
esfuerzo  se  prolonga 
en las mujeres  en el mundo  del trabajo. Otra  de 
las  cosas  relevantes  
reside  en  que 
los  alumnos  asocian 
el aprender  con el  mundo 
escolar, como  si sólo allí  se 
aprendiera, como si solo 
allí  aconteciera.
2- La  autora 
realiza a una propuesta  para
superar la  educación no sexista: dice  que  en
primer lugar hay que  cuestionar las  significaciones  hegemónicas en torno a lo femenino y lo masculino,
germen  de todas la discriminación
sexual. Promover en la s escuelas la crítica 
al régimen de  género. Por otra parte,
desnaturalizar las concepciones sobre 
inteligencia. La inteligencia, al igual 
que  el  esfuerzo son producciones sociales y
culturales y, por lo tanto, posibles  de
la  intervención pedagógica, también
trabajar en la  formación docente para
quebrar la jerarquía de la forma sobre 
el  contenido que suelen guiar la  evaluación de las producciones  femeninas. 
Promover
la crítica a los sesgos  sexistas en
las  expectativas de  esmero, prolijidad, buena  conducta y en la ponderación de la
presentación personal ,que  aún  se 
califica  en los boletines .
Por  último 
y  tal vez  la 
más  utópica ,construir espacios
en los que  el rendimiento dependa  antes del trabajo que del prejuicio y donde
el aprender dependa  necesariamente del
pensar.
 
Excelente artículo. Gracias por compartirlo
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